¡HOLA! ME PRESENTO

Me llamo Lola, muchos ya me conocéis, seguro que nos hemos visto por alguna feria de minerales.

Los que todavía no lo hacéis, os cuento un poco sobre mi historia, la historia de cómo cambié de rumbo varias veces y acabé encontrando mi verdadera pasión, la historia de una niña que quería ser piloto de las fuerzas aéreas, y acabó vendiendo minerales...

ME CRIÉ ENTRE PIEDRAS

Desde que era pequeña en mi casa siempre he vivido rodeada de minerales. Mi padre era coleccionista y le encantaba ir a coger las piedras él mismo. Nos recorríamos España de mina en mina, de cantera en cantera, y a mí cada vez me interesaba más el tema.

La gente me decía: "Tú de mayor serás geóloga o ingeniera de minas" y yo, una enana que no levantaba casi un palmo del suelo les contestaba: "¡No! ¡Yo de mayor voy a ser piloto de las fuerzas aéreas!" Me gustaban mucho los minerales, pero me flipaban mucho más los uniformes y los aviones. Lo tenía clarísimo.

ENTONCES ME HICE MAYOR

Pues eso, que me hice mayor. Investigué cuando aún estaba en el colegio sobre cómo ser piloto militar y vi que para mi era casi imposible conseguirlo, menuda decepción. Así que decidí ser práctica y estudiar económicas en la universidad.

Lo tenía muy claro (otra vez), y como siempre me ha gustado prepararme al máximo, hice varios cursos de bolsa (por aquel entonces todavía se llevaba eso de ir a la Bolsa de Madrid y ponerse a gritar), de contabilidad, finanzas, de inversión financiera... ¡Hasta gané un premio al mejor proyecto de inversión!

MIENTRAS ESTUDIABA YO SEGUÍA COLECCIONANDO

MI COLECCIÓN CRECÍA Y MI INTERÉS POR SUS PROPIEDADES TAMBIÉN

Mientras estudiaba, mi colección de minerales iba creciendo, íbamos a las ferias de coleccionismo y siempre me encaprichaba de alguno. También empecé a leer sobre sus propiedades y a experimentar con ellos (cosa que sigo haciendo).

Acabé los estudios y al poco me puse a trabajar en una empresa importante, peeeero... ufff, a medida que pasaba el tiempo me daba cuenta de que no era lo que realmente quería hacer. No sentía la misma pasión por los números y las finanzas que por la belleza de los minerales y lo que nos pueden aportar. Además, no podía imaginar pasar el resto de mi vida en una oficina.

Así que lo dejé, así, de un día para otro, no aguantaba más. Y vi la oportunidad de dedicarme a lo que realmente me había gustado desde siempre, las piedras.

GEMÓLOGA POR EL IGE

Cambié de rumbo nuevamente, y empecé con mi padre a hacer ferias de minerales, esas a las que yo iba desde pequeña como cliente. Y feria tras feria, descubrí que eso era lo que realmente me gustaba (ahora sí).

Hice varios cursos de gemoterapia y cristaloterapia y como ya he dicho antes que me encanta prepararme al máximo, estudié Gemología en el IGE, para poder vender piedras auténticas y de la mejor calidad. Y cuando acabé, me quedé de profe ayudante en el instituto. Hasta que fui mamá y lo tuve que dejar.

Ahora es mi hijo el que me ayuda a hacer los diseños y a montar las joyas que veis en esta web y en las ferias. Le encantan las piedras, y a mi me encanta que le encanten. Seguro que "de mayor será geólogo o ingeniero de minas"...